La reciente ruptura entre Junts y el PSOE marca un nuevo capítulo en la política catalana, donde las tensiones y desconfianzas han alcanzado un punto crítico. La situación se ha deteriorado desde que Carles Puigdemont, líder de Junts, calificara el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez como una «oportunidad histórica» en noviembre de 2023. Sin embargo, dos años y 19 reuniones después, el panorama es muy diferente, y las expectativas de colaboración se han desvanecido.
### La Descomposición del Pacto de Bruselas
El Pacto de Bruselas, que se firmó con la intención de establecer un marco de diálogo y cooperación, ha demostrado ser más una lista de divergencias que un acuerdo efectivo. Este documento, que reconocía las «desconfianzas mutuas» entre ambas partes, incluía temas cruciales como el modelo de financiación de Cataluña, el referéndum de autodeterminación, la ley de amnistía y la representación catalana en organismos internacionales. Sin embargo, a medida que las negociaciones avanzaban, se hizo evidente que las posiciones de Junts y el PSOE eran irreconciliables en muchos aspectos.
Uno de los puntos más críticos ha sido el referéndum de autodeterminación. Junts sostiene que el resultado del referéndum del 1 de octubre de 2017 es legítimo y debe ser reconocido, mientras que el PSOE lo considera ilegal y sin validez. Este desacuerdo fundamental ha impedido cualquier avance significativo en la negociación, y durante el último debate de política general en el Parlament, Junts intentó sin éxito que el PSC aceptara discutir el referéndum.
En cuanto a la financiación, Junts ha abogado por un modelo de concierto económico similar al de País Vasco y Navarra, que les permitiría gestionar el 100% de los tributos recaudados en Cataluña. Por otro lado, el PSOE ha propuesto un diálogo sobre el impacto del modelo actual, pero sin comprometerse a cambios significativos. La falta de avances en este tema ha llevado a Junts a sentirse marginado en el debate sobre la financiación, que actualmente está siendo liderado por ERC, socio del PSOE.
### La Ley de Amnistía y la Participación Internacional
Uno de los pocos logros que Junts puede reivindicar es la aprobación de la ley de amnistía, que se ha convertido en un tema central de la legislatura. Sin embargo, esta victoria es agridulce, ya que no ha permitido el regreso de Puigdemont a Cataluña sin riesgo de detención, ni ha levantado la inhabilitación de su secretario general, Jordi Turull. La incertidumbre persiste, ya que varios líderes independentistas siguen esperando que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre sus recursos de amparo.
Además, la participación de Cataluña en organismos internacionales, un aspecto que se había pactado en el marco del Pacto de Bruselas, no ha avanzado. Junts había buscado ampliar la representación catalana en instituciones europeas, pero hasta ahora, no se han logrado resultados concretos. Este estancamiento se suma a la frustración de Junts, que siente que sus demandas han sido ignoradas.
A pesar de la ruptura, Junts ha expresado su deseo de que el PSOE cumpla con algunos de los compromisos que aún están pendientes. Sin embargo, las expectativas son bajas, y no se prevén avances en cuestiones clave como el referéndum o el modelo de financiación que llevaron a Puigdemont a calificar el acuerdo como histórico hace dos años. La situación actual sugiere que la relación entre Junts y el PSOE se ha deteriorado irreversiblemente, y el futuro de la política catalana se presenta incierto, con un aumento de las tensiones y una falta de diálogo efectivo entre las partes involucradas.
