La reciente decisión de Junts per Catalunya de romper las negociaciones con el PSOE ha generado un gran revuelo en el panorama político español. La portavoz del partido, Míriam Nogueras, ha afirmado que el diálogo con el Gobierno está «roto al 100%», lo que implica un cambio significativo en la dinámica de las relaciones entre los partidos. Esta ruptura fue ratificada por un abrumador 87% de los militantes en una consulta interna, lo que refleja un fuerte apoyo a la dirección del partido en su decisión de distanciarse del Gobierno de Pedro Sánchez.
La postura de Junts no solo afecta su relación con el PSOE, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de la coalición de izquierdas. Nogueras ha instado a Esquerra Republicana (ERC) a reconsiderar su posición y unirse al bloqueo. A pesar de la ruptura, Junts ha dejado abierta la posibilidad de votar junto a la mayoría de la investidura en iniciativas que beneficien a los catalanes, aunque se anticipa un voto en contra en cuestiones clave como el techo de gasto y los Presupuestos. Esta ambigüedad sugiere que, aunque Junts se ha movido a la oposición, aún busca influir en la agenda política de manera estratégica.
									 
					