La reciente riada del 29 de octubre ha dejado una profunda huella en las comarcas de la Comunidad Valenciana, y la respuesta del Gobierno de Pedro Sánchez ha sido objeto de críticas por parte de la Generalitat Valenciana. A pesar de las múltiples reuniones y propuestas presentadas por el Consell, el Ejecutivo central ha ignorado gran parte de las solicitudes de ayuda, lo que ha generado un clima de frustración y decepción entre las autoridades locales.
Las autoridades valencianas han denunciado que, de las 59 medidas propuestas para la reconstrucción y recuperación de la actividad económica y social, solo 20 han sido aceptadas. Esto significa que aproximadamente dos de cada tres peticiones han sido rechazadas, lo que ha llevado a la Generalitat a calificar la situación como «decepcionante». Entre las solicitudes denegadas se encuentran 175 millones de euros destinados a equipamientos para colegios e institutos, así como 250 millones para reparaciones de infraestructuras de atención sociosanitaria. Además, se han rechazado fondos para la creación de un centro de acogida temporal para personas que han perdido su vivienda, lo que agrava aún más la crisis habitacional en la región.
El Gobierno central, por su parte, ha rechazado la interpretación de la Generalitat sobre la situación. Según el Ejecutivo, las negociaciones se estancaron debido a la falta de colaboración por parte del Consell en el proceso de realojo de las familias afectadas. El Ministerio de Transición Ecológica ha afirmado que se han destinado más de 1.200 millones de euros a la reconstrucción en la Comunidad Valenciana, y que no se ha rechazado ninguna petición de ayuda, lo que contrasta con las afirmaciones de la Generalitat.
### La Respuesta de la Generalitat Valenciana
La Generalitat ha asumido la responsabilidad de la reconstrucción de infraestructuras y servicios públicos, invirtiendo 600 millones de euros en la recuperación de 18 carreteras autonómicas y en la restauración del servicio de metro. Sin embargo, las autoridades locales han señalado que el Gobierno central no ha cofinanciado proyectos clave, como la tarjeta de transporte gratuito «Recuperem Valencia», lo que limita aún más las opciones de movilidad para los ciudadanos afectados por la riada.
El Consell ha enfatizado que la falta de apoyo del Gobierno central ha llevado a una situación crítica en la que las familias y empresas afectadas no están recibiendo la ayuda necesaria. Las inversiones realizadas por la Generalitat se han centrado en la recuperación de la movilidad y la atención a las necesidades básicas de los ciudadanos, pero la falta de colaboración del Ejecutivo central ha complicado estos esfuerzos.
Además, la Generalitat ha denunciado que el Gobierno ha rechazado ayudas directas para costear la reconstrucción, lo que ha sido calificado como «falso» por el Ejecutivo central. Este desacuerdo sobre la disponibilidad de fondos y la responsabilidad en la gestión de la crisis ha llevado a un enfrentamiento entre ambas administraciones, que podría tener repercusiones en la recuperación de la región.
### La Situación Actual y el Futuro de la Reconstrucción
A medida que la situación se desarrolla, la Generalitat continúa presionando al Gobierno central para que reconsidere sus decisiones y apoye de manera efectiva la reconstrucción de las áreas afectadas. La falta de inversión en infraestructuras críticas, como la red de carreteras y el transporte público, está afectando la vida diaria de miles de ciudadanos que dependen de estos servicios.
El conflicto entre la Generalitat y el Gobierno central no solo refleja las tensiones políticas existentes, sino que también pone de manifiesto la necesidad urgente de una colaboración efectiva entre ambas administraciones para abordar las consecuencias de la riada. La reconstrucción no solo implica la reparación de infraestructuras, sino también la atención a las necesidades sociales y económicas de las comunidades afectadas.
Las autoridades locales han instado al Gobierno a priorizar la atención a las familias y empresas que han sufrido pérdidas significativas, y a trabajar juntos para garantizar que la respuesta a la crisis sea rápida y efectiva. Sin embargo, la falta de acuerdo sobre la distribución de fondos y la responsabilidad en la gestión de la crisis sigue siendo un obstáculo importante en el camino hacia la recuperación.
En este contexto, la Generalitat Valenciana se enfrenta al desafío de continuar con sus esfuerzos de reconstrucción a pesar de la falta de apoyo del Gobierno central. La situación actual pone de relieve la importancia de una gestión coordinada y efectiva en tiempos de crisis, y la necesidad de que ambas administraciones trabajen juntas para garantizar un futuro más resiliente para la Comunidad Valenciana.
