La situación de los centros de atención a personas con discapacidad en l’Horta Nord se ha vuelto crítica. Desde el inicio de 2025, cinco centros ocupacionales, tres en Massamagrell y dos en Alboraia, han enfrentado la falta de subvenciones por parte de la Conselleria de Igualdad, lo que ha llevado a una crisis financiera insostenible. Los trabajadores, que suman más de 50, han estado sin cobrar sus salarios desde septiembre y temen que la situación no mejore en octubre.
Estos centros, que ofrecen servicios a más de 300 familias de la comarca, dependen completamente de la financiación pública. La Conselleria de Igualdad es la principal fuente de recursos, pero hasta la fecha no ha realizado ningún pago correspondiente a este año. Además, los ayuntamientos que forman parte del consorcio solo aportan un pequeño porcentaje del total necesario para el funcionamiento de los centros, lo que agrava aún más la situación.
### Impacto en los Trabajadores y Usuarios
La falta de pagos ha generado un ambiente de incertidumbre y desesperación entre los empleados. «Estamos trabajando sin saber cuándo vamos a cobrar», expresan los trabajadores, quienes han tenido que mantener los servicios a pesar de la falta de recursos. La situación es especialmente preocupante, ya que los centros no solo ofrecen atención a personas con discapacidad, sino que también brindan apoyo a niños con problemas de desarrollo y dificultades de aprendizaje.
El comité de empresa ha denunciado que la deuda acumulada por la Conselleria de Igualdad supera los dos millones de euros, lo que pone en riesgo la continuidad de los servicios. Los trabajadores han intentado comunicarse con las autoridades para reclamar el pago de la deuda, pero las respuestas han sido ambiguas y sin resultados concretos. La falta de acción ha llevado a los empleados a considerar la posibilidad de movilizaciones y acciones reivindicativas para hacer visible su situación.
La historia de impagos en estos centros no es nueva. En años anteriores, como en 2012 y 2018, los trabajadores también enfrentaron situaciones similares, llegando incluso a cerrar los centros en protesta. La repetición de estos problemas pone de manifiesto una falta de compromiso por parte de las autoridades para garantizar la estabilidad financiera de estos servicios esenciales.
### Reacciones y Futuro de los Centros
La situación ha generado una ola de reacciones tanto entre los trabajadores como en la comunidad. Muchos usuarios y familiares de personas atendidas en estos centros han expresado su preocupación por el futuro de los servicios. La incertidumbre sobre la continuidad de la atención a personas con discapacidad es alarmante, ya que estos centros son fundamentales para el bienestar de muchas familias en la comarca.
Los trabajadores han hecho un llamado a la Conselleria de Igualdad para que cumpla con sus obligaciones y realice los pagos pendientes. Sin embargo, hasta el momento, no se ha vislumbrado una solución a corto plazo. La falta de recursos no solo afecta a los empleados, sino que también pone en riesgo la calidad de los servicios que se ofrecen a los usuarios.
En este contexto, los trabajadores han anunciado que están preparando un calendario de acciones para visibilizar su situación y exigir respuestas. La presión social y la movilización podrían ser claves para que las autoridades tomen medidas y se comprometan a resolver esta crisis.
La situación en los centros de atención a personas con discapacidad en l’Horta Nord es un reflejo de los desafíos que enfrentan los servicios sociales en la actualidad. La falta de financiación adecuada y la dependencia de subvenciones públicas son problemas que requieren atención urgente. Sin una solución efectiva, el futuro de estos centros y de las personas que dependen de ellos se encuentra en una situación muy precaria.