Una noche de diversión en una conocida discoteca del Perellonet se tornó en un violento enfrentamiento que ha llevado a un juicio por lesiones. El incidente ocurrió en la madrugada del 13 de julio de 2024, cuando un grupo de jóvenes se vio envuelto en una pelea con un hombre de nacionalidad marroquí, quien ahora enfrenta una posible condena de cuatro años y medio de prisión. La disputa se inició, según testimonios, después de que el acusado fuera acusado de acosar a una amiga de los jóvenes presentes.
El juicio, que tuvo lugar en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia, reveló detalles escalofriantes sobre la agresión. El acusado, que ya contaba con antecedentes por violencia de género, negó las acusaciones y se presentó como la víctima de la situación. Afirmó que un grupo de cinco o seis jóvenes lo atacó sin razón aparente, y que él solo intentaba evitar problemas al abandonar el local. Sin embargo, su versión fue cuestionada por las pruebas presentadas durante el juicio.
### La Noche de la Agresión
Los hechos se desarrollaron en la discoteca Calavera, donde el acusado supuestamente comenzó a acosar a la novia de uno de los jóvenes. Este último, al ver la situación, se acercó para pedirle que dejara de molestarla. En respuesta, el acusado, en un acto violento, le rompió un vaso de cristal en la cara, causándole graves heridas. La víctima, que en ese momento tenía 21 años, sufrió cortes que requirieron 19 puntos de sutura, y su recuperación se estimó en 28 días. El forense calificó las secuelas como un perjuicio estético «importante», lo que ha llevado al Ministerio Fiscal a solicitar una indemnización de 23.360 euros, además de la pena de prisión.
La noche de la agresión, la situación se tornó caótica. Testigos relatan que el grupo de jóvenes estaba alterado y en estado de ansiedad tras el ataque. La Guardia Civil llegó al lugar y encontró a los jóvenes en un estado de exaltación, mientras que el presunto agresor había logrado escapar. La mujer que conducía el coche del acusado fue interceptada horas después, pero no pudo proporcionar información clara sobre lo sucedido, lo que complicó aún más la defensa del acusado.
### Testimonios y Contradicciones
Durante el juicio, varios amigos de la víctima testificaron sobre el acoso que había sufrido la novia de uno de ellos. Uno de los testigos relató cómo, al intentar mediar en la situación, recibió el golpe con el vaso. Este testimonio fue corroborado por otros amigos presentes esa noche, quienes afirmaron que el ataque fue intencionado y que el acusado había mostrado una actitud agresiva desde el principio.
La mujer que condujo el coche del acusado intentó exculparlo, afirmando que no lo conocía bien y que solo había ido a buscarlo porque un amigo se lo pidió. Sin embargo, su testimonio fue inconsistente, ya que no pudo explicar cómo había terminado conduciendo el vehículo del acusado ni cómo podía afirmar que los jóvenes lo habían perseguido si no lo había visto salir de la discoteca. Estas contradicciones han generado dudas sobre la credibilidad de su versión de los hechos.
El caso ha puesto de relieve no solo la violencia que puede surgir en entornos de ocio nocturno, sino también las complicaciones legales que surgen en situaciones de agresión. La Fiscalía ha presentado un caso sólido basado en testimonios y pruebas médicas que respaldan las lesiones sufridas por la víctima. A medida que el juicio avanza, la comunidad observa con atención, esperando que se haga justicia en este caso de violencia que ha dejado una marca significativa en la vida de los involucrados.
La violencia en discotecas y lugares de ocio nocturno es un fenómeno que preocupa a las autoridades y a la sociedad en general. Este caso es un recordatorio de la necesidad de abordar el acoso y la violencia en estos espacios, así como de la importancia de la seguridad y el bienestar de todos los asistentes. La sentencia que se emita en este caso podría sentar un precedente en la lucha contra la violencia en el ocio nocturno, un problema que sigue afectando a muchas ciudades y comunidades.
