La festividad del Nou d’Octubre, que conmemora la entrada de Jaume I en Valencia, ha sido durante décadas un escenario de tensiones políticas y sociales. Desde su reinstauración en 1977, este día ha estado marcado por la polarización identitaria, donde la celebración se convierte en un campo de batalla entre diferentes ideologías. A lo largo de los años, la violencia ha sido un elemento recurrente, especialmente en las manifestaciones que se llevan a cabo en esta fecha, donde se entrelazan la historia, la política y la cultura valenciana.
### La Historia de la Violencia en el Nou d’Octubre
El primer Nou d’Octubre tras la dictadura en 1979 se convirtió en un punto de inflexión. La llegada de un alcalde socialista, Ricard Pérez Casado, a la alcaldía de Valencia, marcó el inicio de una nueva era política. Sin embargo, la celebración se vio empañada por la violencia de grupos de extrema derecha que se manifestaron en contra de la presencia de símbolos identitarios como la senyera. Este día, que debería haber sido de celebración, se transformó en un episodio de agresiones físicas y ataques a los representantes de la izquierda.
El historiador Borja Ribera describe cómo la comitiva del Nou d’Octubre fue agredida, con el alcalde y otros funcionarios sufriendo ataques mientras intentaban realizar el recorrido programado. Este clima de violencia no fue un hecho aislado, sino que se convirtió en una constante en los años siguientes, donde la ultraderecha se consolidó como un actor importante en las manifestaciones del Nou d’Octubre. La aparición del Grup d’Acció Valencianista (GAV) y otros grupos similares se hizo habitual, y sus acciones violentas se convirtieron en un símbolo de la lucha por la identidad valenciana.
A lo largo de los años, la violencia ha tomado diversas formas, desde agresiones físicas hasta ataques con artefactos incendiarios. En 2002, un grupo de personas disfrazadas de la muerte interrumpió la procesión cívica, lo que provocó un ambiente de tensión y enfrentamientos. La llegada de la Acadèmia Valenciana de la Llengua en los años 2000 intensificó aún más el clima hostil, con insultos y agresiones dirigidas a figuras políticas que eran percibidas como traidoras a la identidad valenciana.
### La Identidad Valenciana y su Impacto en la Celebración
La celebración del Nou d’Octubre no solo es un evento festivo, sino que también es un reflejo de las luchas identitarias que han marcado la historia de la Comunidad Valenciana. La lengua, la cultura y los símbolos identitarios son elementos que han generado divisiones profundas en la sociedad. La campaña de este año, ‘Vixca, vixca, vixca’, promovida por la Generalitat, ha sido objeto de controversia, ya que se considera que va en contra de la normativa de la Acadèmia Valenciana de la Llengua.
La tensión entre los diferentes grupos identitarios se ha manifestado en cada celebración del Nou d’Octubre. Desde las primeras conmemoraciones en 1938, donde la victoria de Jaume I fue utilizada como símbolo de resistencia contra el franquismo, hasta las manifestaciones actuales, la lucha por la identidad valenciana ha estado marcada por la polarización. En 1977, miles de personas salieron a las calles exigiendo libertad y autonomía, lo que demuestra que el Nou d’Octubre ha sido un espacio de reivindicación política y social.
Sin embargo, la violencia y la tensión no han desaparecido. En 2017, un grupo de ultraderecha atacó a manifestantes de izquierda, lo que resultó en agresiones físicas y un ambiente de miedo y hostilidad. Este tipo de incidentes ha llevado a que la festividad se convierta en un examen para las fuerzas de seguridad, que deben garantizar la seguridad de los participantes en un contexto de creciente polarización.
La relación con Cataluña también ha añadido un nuevo nivel de complejidad a la celebración del Nou d’Octubre. La percepción de que la identidad valenciana está amenazada por el nacionalismo catalán ha llevado a que algunos grupos utilicen la festividad como plataforma para expresar su rechazo a cualquier forma de catalanismo. Esto ha resultado en enfrentamientos y tensiones que han marcado la historia reciente de la celebración.
En resumen, el Nou d’Octubre es un microcosmos de las luchas identitarias que han definido a la Comunidad Valenciana. La violencia y la tensión que han caracterizado esta festividad son un reflejo de una sociedad en constante búsqueda de su identidad, donde los símbolos y las reivindicaciones políticas se entrelazan en un contexto de polarización. A medida que la sociedad valenciana continúa evolucionando, el Nou d’Octubre seguirá siendo un espacio de confrontación y reivindicación, donde la historia y la identidad se encuentran en un delicado equilibrio.