La figura de los influencers ha crecido exponencialmente en los últimos años, convirtiéndose en referentes para muchos jóvenes. Sin embargo, detrás de la popularidad y el carisma de algunos de estos personajes, pueden ocultarse situaciones alarmantes. Este es el caso de José Hernán A. G., conocido como el líder del grupo de tiktokers Los Petazetaz, quien se encuentra en el centro de un escándalo judicial por graves acusaciones que incluyen agresión sexual y tráfico de drogas.
**Un Escenario de Delitos**
La comparecencia judicial de Hernán ha revelado un panorama inquietante. En su declaración, el tiktoker solo respondió a una pregunta de su abogado sobre si reconocía los hechos que se le imputan, a lo que contestó negativamente. Sin embargo, las acusaciones son serias y abarcan múltiples delitos, entre ellos la agresión sexual, la promoción y facilitación de drogas tóxicas, así como la revelación de secretos. Estos cargos se derivan de un incidente ocurrido el 9 de mayo de 2023, cuando una joven de 20 años fue invitada a una discoteca por Hernán y su compañero.
La denunciante ha relatado que, durante la noche, fue objeto de una constante oferta de drogas, incluyendo MDMA, cocaína y GHB, conocido como éxtasis líquido. Según su testimonio, la combinación de alcohol y drogas la llevó a un estado de semiinconsciencia, lo que la hizo vulnerable a los actos de Hernán. La situación se tornó aún más grave cuando, tras la fiesta, fue llevada al domicilio del influencer, donde supuestamente fue agredida sexualmente. La joven, incapaz de resistir o comunicarse debido a su estado, fue grabada sin su consentimiento durante el acto, lo que añade una capa más de gravedad a las acusaciones.
**Reacciones y Consecuencias**
El caso ha generado un gran revuelo en las redes sociales y entre los seguidores de Los Petazetaz. La denuncia de la joven no es un caso aislado; al menos seis mujeres han presentado acusaciones similares contra Hernán, lo que sugiere un patrón de comportamiento preocupante. Otra de las denunciantes, identificada como Noelia, ha compartido su experiencia, afirmando que también fue drogada y agredida en la casa de Hernán. Su relato coincide con el de la primera víctima, describiendo un ambiente donde las drogas eran ofrecidas de manera constante y donde la seguridad de las mujeres estaba comprometida.
Noelia ha declarado que, al despertar en el domicilio de Hernán, se dio cuenta de que había sido despojada de su ropa y que no había recibido una explicación convincente sobre lo sucedido. Además, expresó su temor de que existieran grabaciones de su estado de inconsciencia circulando en internet, lo que añade un elemento de humillación y vulnerabilidad a su experiencia.
La situación ha llevado a un debate más amplio sobre la responsabilidad de los influencers y el impacto que sus acciones pueden tener en la juventud. La cultura de la fiesta y el uso de sustancias en ambientes nocturnos son temas que requieren atención, especialmente cuando se trata de la seguridad de las mujeres. Las redes sociales, que han sido un vehículo para la fama de estos tiktokers, también se han convertido en un espacio donde las denuncias pueden ser amplificadas, permitiendo que las voces de las víctimas sean escuchadas.
Las autoridades están tomando medidas para investigar a fondo estas acusaciones, y el futuro de Hernán en el ámbito público se encuentra en una encrucijada. Mientras tanto, su compañero de tiktok, que también forma parte del dúo, permanece en libertad, lo que ha generado preguntas sobre su posible implicación en los delitos denunciados.
Este caso no solo pone de relieve la gravedad de las acusaciones contra Hernán, sino que también invita a la reflexión sobre la cultura de la fama y la influencia en la actualidad. La necesidad de establecer límites claros y de promover un entorno seguro para todos, especialmente para las mujeres, es más urgente que nunca. Las redes sociales, que han sido un espacio de expresión y conexión, también deben ser un lugar donde se respete la dignidad y la integridad de cada individuo. La comunidad debe unirse para exigir responsabilidad y justicia en situaciones como esta, donde las vidas de las personas pueden verse afectadas de manera irreversible por las acciones de unos pocos.