La reciente declaración del ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha reavivado el debate sobre la oficialidad del valenciano en las instituciones europeas. Durante una entrevista, Torres destacó la importancia de que lenguas como el catalán, el gallego y el euskera obtengan reconocimiento oficial en Europa, pero evitó abordar directamente la situación del valenciano. Este hecho ha generado críticas, especialmente tras las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien se mostró reticente a incluir el valenciano en la lista de lenguas cooficiales que el Gobierno defiende en el ámbito europeo.
La postura del Gobierno valenciano, que sostiene que el valenciano es una lengua distinta al catalán, añade otra capa de complejidad a la discusión. Torres, al ser cuestionado sobre este tema, enfatizó la necesidad de avanzar poco a poco en el reconocimiento de las lenguas cooficiales en la Unión Europea. Sin embargo, su falta de respuesta clara sobre el valenciano ha dejado a muchos preguntándose si el Gobierno está dispuesto a luchar por su oficialidad. La controversia se intensifica en un contexto donde la identidad lingüística es un tema sensible y de gran relevancia para la comunidad valenciana.