Las calles de València se han transformado en un escenario vibrante donde el running se mezcla con la música y la sociabilidad. Cada martes, a las ocho de la tarde, más de doscientas personas se agrupan para participar en Frolik, un evento que ha redefinido la experiencia de correr en la ciudad. Este fenómeno, que combina ejercicio y diversión, ha atraído a una comunidad diversa de corredores, desde principiantes hasta atletas experimentados, todos unidos por el deseo de disfrutar de una experiencia única.
La esencia de Frolik radica en su enfoque social. Dario Franco, el creador de esta iniciativa, llegó a València con la idea de fundar un club de running inspirado en su experiencia en San Francisco. Desde su primera reunión en agosto de 2024, donde solo cinco personas se unieron, el evento ha crecido exponencialmente. En poco tiempo, el número de participantes se disparó a más de 300, aunque actualmente se ha limitado a 200 para garantizar una experiencia más controlada y segura.
### La Energía de la Música y la Comunidad
La música es el alma de Frolik. Dario lleva consigo un altavoz portátil que anima a los corredores durante el trayecto. Las playlists son variadas, abarcando desde techno hasta reguetón, pero hay un himno que se ha convertido en insignia del grupo: «La morocha», popularizada por el influencer runner Pitufollow. Este tema, que resuena en cada carrera, crea un ambiente de euforia y camaradería entre los participantes.
El evento no solo se trata de correr; es una celebración de la vida y la comunidad. Los corredores no solo comparten el ejercicio, sino también risas, bailes y momentos de conexión. Durante las paradas, se realizan ejercicios de calentamiento y se fomenta la interacción entre los participantes, lo que contribuye a crear un ambiente inclusivo y acogedor. Dario enfatiza que la mayoría de las personas que se unen a Frolik no lo hacen solo por el deporte, sino por la oportunidad de conocer gente nueva y formar amistades.
Además, Frolik ha logrado atraer a una amplia variedad de personas, incluyendo estudiantes, expatriados y locales de diferentes edades. Esta mezcla de culturas y experiencias enriquece el evento, convirtiéndolo en un espacio donde se cruzan historias y se forjan lazos. Dario describe Frolik como el “tinder del running”, haciendo referencia a las amistades y relaciones que han surgido entre los participantes. La atmósfera festiva y la energía positiva que se genera durante las carreras han llevado a la formación de parejas, y Dario bromea sobre la posibilidad de que surjan bodas e hijos de Frolik en el futuro.
### Un Impacto en la Ciudad y el Turismo
Frolik no solo ha impactado a los participantes, sino que también ha dejado una huella en la ciudad de València. Las carreras comienzan en diferentes bares, lo que no solo fomenta el ejercicio, sino que también apoya a los negocios locales. Dario ha establecido acuerdos con varios locales para que los corredores puedan disfrutar de una bebida o una comida después de la carrera, creando un ciclo de beneficio mutuo entre la comunidad y los comercios.
El evento ha comenzado a atraer la atención de turistas que visitan València. Dario reconoce que esto tiene sus pros y contras, pero está emocionado de que Frolik se esté convirtiendo en una atracción turística. La idea de que personas de diferentes partes del mundo se unan a la experiencia de Frolik añade un nivel de diversidad y emoción al evento, haciendo que cada carrera sea única.
La organización detrás de Frolik es meticulosa. Un grupo de voluntarios se encarga de coordinar a los corredores, asegurándose de que todos respeten las normas de seguridad y convivencia en la ciudad. A pesar del crecimiento del evento, Dario y su equipo han logrado mantener un ambiente respetuoso y amigable, donde los corredores son conscientes de su entorno y se detienen en los semáforos, cuidando así de los peatones y otros usuarios de la vía.
Frolik ha demostrado ser más que un simple club de running; es un movimiento que promueve la salud, la diversión y la conexión social. La combinación de ejercicio y música ha creado un espacio donde las personas pueden ser ellas mismas, disfrutar del momento y, sobre todo, divertirse. La energía que se genera durante las carreras es contagiosa, y muchos de los que observan desde la acera se sienten atraídos a unirse a la marea de corredores.
Dario Franco, con su visión y pasión, ha logrado transformar la cultura del running en València. Lo que comenzó como una idea simple ha evolucionado en un fenómeno que ha capturado el corazón de la ciudad. La rapidez con la que ha crecido Frolik ha sorprendido incluso a su creador, quien inicialmente dudaba de la apertura de la comunidad a eventos de tal magnitud. Sin embargo, su determinación y amor por la conexión humana han hecho de Frolik un éxito rotundo.
La experiencia de Frolik es un testimonio de cómo el deporte puede unir a las personas y crear una comunidad vibrante. A medida que más personas se suman a esta iniciativa, el futuro de Frolik parece prometedor. Con cada carrera, se forjan nuevas amistades, se comparten risas y se celebra la vida, todo mientras se corre por las hermosas calles de València. La energía de Frolik es innegable, y su impacto en la ciudad y sus habitantes es un recordatorio de que el ejercicio puede ser una forma de arte, una celebración y, sobre todo, una manera de conectar con los demás.