La Comunitat Valenciana se prepara para un cambio significativo en su clima, con la llegada de lluvias y tormentas que marcarán el fin de un periodo de calor extremo. Tras una ola de calor que ha dejado temperaturas récord, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido un aviso amarillo para la región, anticipando la posibilidad de chubascos y tormentas que afectarán a gran parte del territorio valenciano. Este fenómeno se espera que se produzca principalmente durante la tarde de hoy, aunque se prevé que las condiciones climáticas continúen evolucionando a lo largo de la semana.
### Avisos Meteorológicos y Posibles Impactos
El aviso de Aemet indica que las tormentas podrían acumular hasta 20 litros por metro cuadrado en una hora, lo que podría dar lugar a la caída de granizo en algunas áreas. Las zonas más afectadas incluyen la franja interior y el litoral sur de Valencia, así como el interior y las costas del norte de Alicante. Este cambio en el clima no solo traerá lluvias, sino también un descenso notable en las temperaturas, que podrían caer por debajo de los niveles habituales para esta época del año.
A medida que se aproxima el fin de semana, se espera que el sábado sea un día seco, pero el domingo podría marcar el regreso de las precipitaciones, que podrían extenderse hasta el martes. La llegada de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) desde el Atlántico podría ser la responsable de este cambio, trayendo consigo un importante volumen de agua. Sin embargo, es importante destacar que no todas las DANA generan lluvias torrenciales, como se ha visto en episodios anteriores, y la situación meteorológica puede variar.
Samuel Biener, climatólogo de Meteored, explica que una DANA es un embolsamiento de aire frío en altura que se separa del chorro polar. Esto significa que, aunque se anticipan lluvias, la intensidad y el impacto de estas precipitaciones pueden ser menos severos que en ocasiones anteriores. Sin embargo, se debe tener precaución, ya que las crecidas súbitas en barrancos y ramblas son una posibilidad real, especialmente en un periodo de alta actividad turística.
### Temperaturas y Riesgo de Incendios
El cambio en las condiciones meteorológicas también traerá un descenso en las temperaturas, que se espera que se sitúen por debajo de los 30 ºC en muchas localidades de la Comunitat Valenciana. En comparación con la ola de calor que se vivió la semana pasada, donde se registraron máximas de hasta 44,9 ºC en Orihuela, este descenso será notable. Durante el fin de semana, las temperaturas máximas se prevén entre 32 y 34 grados, lo que representa una diferencia térmica de más de 10 ºC en muchas áreas.
A pesar de la disminución de las temperaturas, el riesgo de incendios forestales sigue siendo una preocupación. La situación de preemergencia por fuego ha sido rebajada a nivel «bajo» en gran parte de Valencia, aunque se mantiene un aviso de riesgo «alto» en el norte de la Comunitat Valenciana y en el litoral sur de Valencia. Las tormentas secas, que pueden producir rayos, son una de las principales alarmas, ya que los incendios provocados por rayos latentes han sido una catástrofe recurrente este verano.
El incendio más significativo hasta la fecha en 2025 ha sido el de Teresa de Cofrentes, que ha arrasado más de 500 hectáreas en el macizo del Caroig. Sin embargo, la situación más crítica se está viviendo en el noroeste de España, donde se han quemado aproximadamente 400.000 hectáreas. La llegada de la DANA y el cambio en las condiciones meteorológicas podrían ofrecer un alivio a esta situación, reduciendo la intensidad de los incendios.
La población debe estar atenta a las actualizaciones de los avisos meteorológicos y de emergencias, ya que las condiciones pueden cambiar rápidamente. La combinación de lluvias, tormentas y el riesgo de incendios requiere una vigilancia constante, especialmente en áreas propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra.
En resumen, la Comunitat Valenciana se enfrenta a un periodo de cambios climáticos significativos, con la llegada de lluvias y tormentas que marcarán el fin de un verano caluroso. La población debe estar preparada para las posibles eventualidades que puedan surgir de este cambio, manteniéndose informada a través de los canales oficiales de meteorología y emergencias.