La plaza de toros de Ondara, conocida como la Joia Llevantina, fue el escenario de una emocionante corrida que dejó huella en los aficionados al toreo. El evento, celebrado el 10 de agosto de 2025, destacó por la actuación sobresaliente de tres toreros: Marco Pérez, Alejandro Talavante y Tomás Rufo, quienes lograron salir en hombros tras una jornada llena de emociones y grandes faenas. La ganadería de Aurora Algarra, con su línea del Domecq puro, presentó toros de gran calidad, lo que facilitó el éxito de los matadores en el ruedo.
La corrida comenzó con la presentación de los toreros, quienes debutaban en este emblemático coso alicantino. La ganadería de Algarra, reconocida por su bravura y nobleza, ofreció toros que permitieron a los toreros demostrar su destreza y valentía. El mejor toro de la tarde, ‘Noriego’, se presentó en cuarto lugar y fue premiado con la vuelta al ruedo, un reconocimiento merecido por su gran comportamiento en la lidia.
### La Actuación de Alejandro Talavante
Alejandro Talavante, uno de los toreros más esperados de la tarde, no decepcionó. Su actuación frente a ‘Noriego’ fue magistral. Con una técnica depurada y un estilo elegante, Talavante logró conectar con el público desde el primer momento. Su faena se caracterizó por muletazos largos y templados, donde cada movimiento parecía estar en perfecta sintonía con el ritmo del toro. La entrega y valentía del torero fueron evidentes, y el resultado fue la obtención de dos orejas, un premio que reflejó la calidad de su actuación.
En su primer toro, Talavante también mostró su habilidad, cortando una oreja tras una faena que, aunque menos intensa que la del cuarto, dejó huella en los aficionados. La combinación de técnica y emoción en su toreo lo convirtió en uno de los protagonistas de la jornada.
### Tomás Rufo y Marco Pérez: Nuevas Promesas del Toreo
Tomás Rufo, un joven torero de Pepino (Toledo), también brilló en la tarde. Su entrega y compromiso fueron palpables, especialmente en su segundo toro, donde cortó dos orejas. Rufo demostró un temple exquisito, manejando las embestidas de su toro con una elegancia que sorprendió a los presentes. Su faena fue un claro ejemplo de cómo la nueva generación de toreros está dispuesta a asumir el reto de mantener viva la tradición del toreo.
En su primer toro, aunque no logró el mismo éxito, fue ovacionado por su esfuerzo y técnica, lo que demuestra que su futuro en el mundo del toreo es prometedor. La combinación de su juventud y talento lo posiciona como una figura a seguir en las próximas temporadas.
Marco Pérez, otro de los matadores destacados de la tarde, también dejó su huella. En su sexto toro, Pérez mostró una gran seguridad y control, logrando conectar con el público desde las primeras verónicas. Su actuación fue una mezcla de valor y técnica, lo que le permitió cortar dos orejas y salir en hombros junto a sus compañeros. En su primer toro, aunque no logró el mismo resultado, su toreo ligado y fluido fue suficiente para obtener una oreja, consolidando su posición como una de las nuevas promesas del toreo.
La plaza de toros de Ondara, que había recuperado su actividad el año anterior con novilladas y festivales, volvió a vibrar con la emoción de una gran corrida. La afluencia de público fue notable, con más de tres cuartos de entrada, lo que demuestra el interés renovado por la tauromaquia en la región. La corrida de Algarra no solo fue un éxito en términos de actuaciones individuales, sino que también marcó un hito en la reactivación de la afición taurina en Ondara.
El evento no solo se limitó a la corrida, ya que los toreros también disfrutaron de la hospitalidad de José Luis Ortiz, conocido como ‘Magopepo’, quien les recibió en su casa en Dénia. La velada estuvo acompañada de la deliciosa gastronomía local, con platos como la gamba de Dénia y arroces que hicieron de la experiencia algo inolvidable. La conversación sobre toros y la pasión compartida por este arte fueron el broche de oro a un día que quedará en la memoria de todos los presentes.
La corrida de Ondara ha sido un claro ejemplo de cómo el toreo sigue vivo y vibrante, con nuevas generaciones dispuestas a llevar la tradición hacia el futuro. La combinación de toreros talentosos, una ganadería de calidad y un público entusiasta ha hecho de esta jornada un evento memorable en el calendario taurino.